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La ortodoncia llega cada vez más a pacientes adultos. Los niños y adolescentes han dejado de 'copar' las clínicas y los tratamientos correctores de dientes se imponen entre personas de toda edad y condición. «La sociedad va adquiriendo cultura sanitaria y eso se nota», aseguró ayer Enrique Fernández, presidente del congreso que la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) celebra en Murcia hasta el miércoles con motivo de su quinquagésima reunión anual. «En los últimos años se ha producido un aumento realmente importante de personas de 30 y 40 años que acuden al ortodoncista para solicitar tratamientos. Hasta hace muy poco, la inmensa mayoría de los pacientes de las clínicas eran niños o adolescentes, pero esto va cambiando porque los adultos se dan cuenta de los beneficios de la ortodoncia».


En este sentido, Fernández aseguró que «esto ha provocado que las casas comerciales evolucionen hacia productos mucho más estéticos. Los 'brackets' de metal -pequeños módulos que se colocan en cada diente como parte del tratamiento- se están sustituyendo en personas adultas por aparatos de materiales menos visibles, como la porcelana».


Una de las últimas novedades, en lo que se refiere a la estética, son los tratamientos correctores linguales, que permiten colocar el aparato en la parte 'oculta' del diente -lingual o palatina- evitando así que se pueda ver el aparato. Sin embargo, no es una técnica «demasiado extendida», según el presidente y organizador del congreso. La razón es que «son tratamientos más complejos y, por lo tanto, más caros. Generalmente, lo solicitan personas que trabajan de cara al público, como presentadores de televisión o actores».


Precisamente ése -el precio de los tramientos ortodóncicos- sigue siendo el motivo por el que muchos se echan atrás. «Pero todo es relativo», según Fernández. ¿Es caro ponerse un aparato?: «Caro tiene una connotación como que el producto cuesta más de lo que realmente vale. Hay que entender que los tratamientos llevan mucho tiempo y los materiales son muy costosos. En comparación con otras actividades sanitarias privadas -la sanidad pública no paga la ortodoncia-, creo que esta especialidad no sale muy mal parada». La otra pregunta es casi obligada. ¿Cuándo pagará la Seguridad Social este tipo de atención sanitaria? Fernández contesta sin tapujos, pero sin intentar 'adivinar' una fecha: «Dentro de las necesidades ortodóncicas, habría que distinguir entre lo que es una prioridad para la salud y lo que no lo es. Las malas posiciones dentarias derivan generalmente en verdaderos problemas de salud. Siempre tienen repercusión y, en muchos casos, esas malas posiciones vienen por no haber tenido un correcto mantenimiento bucodental». Por eso, Enrique Fernández alabó «los planes de atención odontológica que se han puesto en marcha, entre otros sitios en Murcia, y que permiten mentener un control del desarrollo dental de 6 a 14 años, con lo que así conseguimos eliminar parte de los problemas que pueden surgir en edades adultas»